México está considerado como uno de los 5 países con mayor diversidad biológica en el mundo, gracias a la cantidad de especies y ecosistemas que alberga.
Toda esta riqueza en recursos y servicios naturales se vio reflejada en las numerosas culturas que se desarrollaron dentro del territorio nacional; entre estas sobresalen los Mayas, una civilización que presentó niveles de desarrollo superlativos en arquitectura, ingeniería, matemáticas y astronomía. Los Mayas coexistieron con la selva por miles de años, adquiriendo profundos conocimientos de cada elemento de sus diferentes ecosistemas, pueblos que dominaban el uso y elaboración de cientos de productos provenientes de la naturaleza y dieron origen a una de las civilizaciones más asombrosas en la historia de la humanidad.
El corazón del mundo maya en México.
La identidad de los pueblos mayas de Quintana Roo, a diferencia del resto de la península, se ha conservado mejor y presume de raíces más profundas, especialmente en el territorio que conforman los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Jose María Morelos, que fungió como zona de reagrupación para los mayas durante la Guerra de Castas, convirtiéndose en el último resquicio de su resistencia cultural. Estos grupos rebeldes se establecieron en lo que hoy es el corazón del estado de Quintana Roo y conservan algunos de los rasgos más autóctonos de sus antiguas tradiciones y rituales, atributos que representan un tesoro cultural para el mundo entero.
Estas milenarias tradiciones siguen vigentes como fruto de la resistencia de esta gran cultura, una herencia invaluable que ha sobrevivido entre los pueblos del estado, y que se encuentra amenazada por factores como el abandono de los jóvenes hacia los polos turísticos en busca de empleos, la pérdida de las costumbres, el aislamiento y la falta de apoyo hacia las comunidades, problemáticas que deben ser tratadas hoy, para conservar el ayer y promover el mañana.
Dentro de la gama de productos mayas que prevalecen podemos mencionar algunos como maíz, frijol, chile, calabaza, epazote, miel, achiote, camote, jícama, chayote, mamey, aguacate, papaya, guanábana, chicozapote, guayaba, pitaya y chaya.
La majestuosa selva que han conservado los pueblos y comunidades Mayas de Quintana Roo resguarda incalculables tesoros y algunas de las páginas más folklóricas de la historia nacional, pero el aislamiento que presentan estos asentamientos los ha mantenido inmersos en la pobreza y la marginación. Por lo tanto, ya sea a nivel turístico, comercial o cultural, los mayas de hoy requieren del apoyo de organismos e instituciones para su reincorporación a los entornos productivos estatales, nacionales e internacionales.
Trabajamos hoy en los pueblos de ayer por un mejor mañana.
Fundación Ejidos por México surge con la firme intención de contribuir en todos los frentes mediante el trabajo en conjunto con otras empresas, con la finalidad de integrar proyectos que motiven la participación comunitaria, fomentar el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y promover el desarrollo sociocultural de las comunidades mayas.