En esta época del año, el mundo maya del estado de Quintana Roo nos regala una serie de festividades que provienen de tiempos prehispánicos y que con el tiempo se fusionaron con otras creencias de la religión católica, como es el caso del día de muertos, un sincretismo cultural que resulta sumamente atractivo para propios y extraños.
Al tiempo que la milpa está en el momento preciso para recolectar los frutos cultivados, entre los pueblos mayas y su gente se permea un ambiente de festividad y celebración, desde los más pequeños hasta los más grandes se integran en las diferentes actividades y preparativos para recibir el día de muertos, conocido en maya como el “Hanal Pixan” o en español “La comida de las animas”.
Lejos de ser una época triste y tenebrosa como en otras culturas, en gran parte de la península se toman estos momentos como la oportunidad de recordar y traer a la vida los recuerdos más preciados de sus seres queridos, ofrendando dentro de sus altares los alimentos que aquellos familiares preferían en vida, como una muestra del cariño incondicional y con la finalidad de que no pasaran hambre en su transitar hacia la otra vida.
Las calles se llenan de colores, olores y sabores, entre las sonrisas se siente un ambiente comunitario donde se comparten los diferentes platillos típicos de la región, hechos a base de maíz, calabaza, chile y frijol, elementos que conforman la milpa, un momento inmejorable para empaparse de esta riqueza cultural y conocer de cerca una tradición que ha sobrevivido cientos de años a pesar de las fuertes influencias del mundo exterior.
En Club Cenote Residencial compartimos esta maravillosa cultura residente que nos enseña y nos contagia con sus tradiciones, permitiéndonos una mayor comprensión del entorno cultural que nos rodea, considerado por muchos como el atractivo más importante de nuestro estado.