El Chicozapote

Pilar de nuestra cultura

Ni oro, ni plata, lo que los españoles encontraron en la gran selva Maya que cubre la península de Yucatán, fue un tesoro de mayor valor. Aquellos que supieron observar, descubrieron nada menos que el paraíso biológico, una de las selvas tropicales más importantes del planeta, con un enriquecido flujo de productos y derivados de sus recursos naturales.
Un espacio geográfico que concentra alrededor de 2,300 especies de plantas, dentro de esta larga lista radica una que llama la atención de propios y extraños, un árbol que inspira dureza a primera vista. Su composición y durabilidad son reconocidos desde hace miles de años, cuando algunos de sus troncos fueron utilizados para construir y reforzar viviendas, templos y pirámides. Dinteles tallados en madera de Chicozapote que datan del periodo clásico de la Cultura Maya (700 d. C.) se conservan hasta nuestros días.
Además de la calidad de la madera, el Chicozapote tiene otros atributos. Es reconocido por ser el origen de la goma de mascar, creada a partir del látex que es extraído de su corteza, y por el sabor de sus frutos, sin lugar a dudas el más dulce de la región, que se encuentra en su etapa de maduración cuando empieza a sentirse el invierno.
En Club Cenote Residencial nos interesa conocer la relevancia de cada uno de los elementos que conforman la selva, y sabemos que al conservar y reforestar las especies locales contribuimos con la calidad del medio ambiente en el que habitas.

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