La dirección que esta tomando nuestra sociedad hoy en día, depende en gran medida de las acciones que plantean las empresas, participan en la definición de nuestra cultura social, influyendo en lo que comemos, como vivimos y en algunos casos, hasta en como nos comportamos.
En México estamos inmersos en una situación delicada, donde las empresas siguen creciendo y la sociedad cada día expone mas carencias. Según el ultimo censo del INEGI solo el 0.027% de las empresas en México, cumplen con los estándares de retribución para ser consideradas empresas responsables, una cifra bastante baja para un país con tanta cultura, por eso resulta tan importante participar en las iniciativas de aquellas empresas que promueven la responsabilidad social como parte de su cultura organizacional.
A grandes rasgos, una empresa socialmente responsable, no solo genera acciones por el medio ambiente y la sociedad, también participa en la promoción de la cultura local, fomenta el desarrollo, el reconocimiento y la integridad de sus colaboradores y ofrece un buen trato a sus clientes.
Antiguamente se daba por sentado que las empresas solo tenían una finalidad: generar utilidades. Ahora, muchas grandes compañías se han dado cuenta de las ventajas que representa incorporar a la responsabilidad social como parte de la cultura organizacional, por ejemplo, el nivel de motivación de los colaboradores depende directamente de los valores, las creencias, los hábitos, el lenguaje y las actitudes que se establecen a través de la cultura que promueve la empresa, convirtiéndose en el vinculo ideal para generar cohesión y compromiso dentro de la organización.
Un estudio realizado por la empresa encuestadora internacional Gallup en Latinoamérica, indica que solo el 24% de los empleados se sienten motivados y comprometidos con su trabajo, el 60% se encuentran pasivamente desmotivados y su rendimiento es mínimo, y el 16% esta desmotivado y no solo no son productivos, sino que influyen en que el resto tampoco lo sea. Estos datos nos presentan una realidad evidente, si tomamos en cuenta que la productividad de una empresa depende de la motivación de sus colaboradores, la mayoría de las empresas en Latinoamérica están aprovechando menos del 25% de su capacidad productiva.
Un atributo que hace la diferencia
Actualmente, gracias a la creciente cantidad de modelos de negocio exitosos basados en el factor social, los empresarios se están dando cuenta de la importancia que conlleva fundamentar la toma de decisiones en una escala ética de valores, un activo intangible que produce beneficios tanto económicos como sociales. De esta forma, la cultura de una empresa termina por convertirse en el único atributo verdaderamente diferencial.
Una empresa tiene la capacidad de formar mejores personas, logrando que sus empleados no solo reciban una remuneración por su desempeño, sino que, a la vez continúen aprendiendo y desarrollando aptitudes que les permitan superarse personalmente y como consecuencia, la productividad y la calidad de los servicios al interior de la empresa aumentan. La cultura organizacional se esta convirtiendo en un componente imprescindible para el éxito de una empresa, y los lideres desempeñan un papel fundamental para su asimilación y transmisión hacia el resto de la organización.
El presidente de Grupo Empresarial Cenote Hábitat, Alfredo Martínez Pech, promueve una cultura empresarial consciente y empática, diseñada para impulsar el desarrollo social de todos los que participan directa o indirectamente en los diferentes proyectos del grupo.
“Una empresa socialmente responsable se convierte en el vehículo ideal que le brinda a la sociedad la posibilidad de multiplicar el alcance de sus contribuciones, impulsando un desarrollo social mas profundo a través de actividades, talleres y programas de apoyo bien respaldados”
Grupo GECH, a través de Fundación Ejidos por México, se encuentra trabajando en una serie de programas piloto para las comunidades de Lázaro Cárdenas en situación de vulnerabilidad. De momento, la campaña de apertura “Unidos contra el Coronavirus” ha repartido mas de 1000 despensas entre las comunidades rezagadas de Lázaro Cárdenas y las zonas marginadas de Cancún, gracias a la colaboración responsable de voluntarios y empresas contribuyentes.
