Actualmente, existe la costumbre de vivir en ciudades sobre pobladas, donde muchas veces somos alcanzados por problemas ajenos al estilo de vida que predicamos. La mejor forma de evitarlo se encuentra en el momento de decidir en dónde y cómo vivir.
Las grandes ciudades son lugares cada vez menos seguros, y por si fuera poco, progresivamente cuentan con menos espacios naturales, las temperaturas que se generan entre las paredes y los suelos de concreto ante la escasa presencia de árboles o espacios verdes, pueden llegar a ser un riesgo para la salud. Vivir en la selva significa estar parcial o completamente cubierto por el follaje de la arbolada, de esta forma se fomenta un ambiente sano y una temperatura ideal para cualquier tipo de actividad al aire libre, lejos del ajetreo citadino.
En GECH sabemos que el cuidado que le invertimos a la naturaleza será devuelto con creces, una interacción recíproca con el entorno que te induce inevitablemente hacia la sostenibilidad.