Dentro del interminable legado que conservan celosamente los pueblos mayas de Yucatán, se encuentra un insecto que por sus propiedades medicinales puede ser considerado como el más importante para el equilibrio ambiental y la biodiversidad de la selva, la abeja melipona.
El cuidado y conservación de esta imprescindible inquilina de nuestros paisajes naturales depende de una gama de conocimientos que se han transmitido de generación en generación desde tiempos prehispánicos.
Debido a la fragilidad de sus colmenas, la abeja sin aguijón o abeja maya, se ve amenazada por la presencia de otras especies que proliferan en la península, sumándole importancia a sus procesos de producción como mecanismo para preservar todos los beneficios que representa.
La abeja Xunán Kab, como se le conoce en maya, forma sus “cuevones” en troncos huecos de maderas duras de la región, conformando colmenas donde las abejas obreras tienen un promedio de vida de 52 días, de aquí la importancia de cada uno de los cuidados que requieren. Actualmente se ha tecnificado hasta cierto punto su producción para aprovechar las propiedades medicinales que contiene su miel, entre ellas destaca su uso como bactericida, benéfico para la cicatrización y diversos problemas oculares.
En Club Cenote Residencial nos interesa crear conciencia acerca de los tesoros que resguarda esta benévola selva. La producción de miel melipona es una actividad sumamente productiva a nivel comunitario y un aliado imprescindible para conservar la biodiversidad de nuestro entorno, gracias a que ancestralmente se han encargado de polinizar una gran cantidad de plantas de relevancia regional.
