2020 llegó con proyectos de inversión en puerta para GECH y las empresas que lo conforman se alistan con el objetivo de difundir el modelo sustentable de desarrollo inmobiliario que promueve el Grupo Empresarial Cenote Hábitat hacia nuevos horizontes, contribuyendo en buena forma con la etapa de cambios positivos que vive el país.
La consolidación comercial y estratégica de sus proyectos previos ha generado prestigio y reconocimiento para el consorcio empresarial dentro del ámbito residencial y ambiental, un equilibrio que se refleja en la calidad de los resultados. El éxito de los desarrollos inmobiliarios que preceden estos nuevos proyectos demuestra la integridad de las empresas que participan y confirma el compromiso con sus clientes y con las regulaciones ambientales, sin dejar de lado los principios de sustentabilidad que promueven como eje central dentro de sus complejos residenciales.
Entre los objetivos sociales que se promueven destacan el establecimiento de nuevos y mejores servicios dentro de las comunidades aledañas y la creación de empleos relacionados con los proyectos del grupo empresarial. Estos apoyos ya se ven reflejados en un claro aumento en la calidad de vida de los habitantes de comunidades como Tres Marías, en la zona Maya, donde la tasa de empleo se ha disparado del 30% a casi el 90% en la población mayor de 12 años.
México es un país que ha sido generoso con quienes han creído en él, basado en esta afirmación, el director general del Grupo Empresarial, Alfredo Martínez, ha manifestado su intención de expandir el modelo de desarrollo que generaron en Quintana Roo, hacia estados con mayor dinamismo económico y con grandes atractivos por recuperar, como Jalisco, un territorio con escenarios naturales únicos y profundos rasgos de la cultura mexicana que se permea en cada rincón.
Con la propuesta de un modelo de desarrollo residencial empático con el entorno ambiental y social, GECH pretende conjugar los elementos que configuran su producto residencial, creando una realidad paralela, un espacio que transmita una sensación ajena a la ciudad, la expresión física de privacidad, seguridad y escapismo, y la oportunidad de sentirse en un hogar único y auténtico, mediante la conservación del paisaje anfitrión.